Los huérfanos rusos tendrán más difícil encontrar unos buenos padres.
La Duma ha aprobado la primera fase de un proyecto de ley que penaliza a los estadounidenses responsables de abusos contra los Derechos Humanos e incluye la prohibición de adopciones de niños rusos por parte de ciudadanos de EEUU. Desde medios gubernamentales no se oculta que se trata de una venganza por el último desaire de Washington: la
aprobación de la llamada 'lista Magnitski'.
Con ella EEUU quiere cerrar sus fronteras a los implicados en la
muerte de Sergei Magnitstki. Este abogado ruso, fallecido en prisión en 2009 en extrañas circunstancias, acabó en la cárcel acusado de corrupción fiscal cuando en realidad él mismo había sido el primero en denunciarla a escala gubernamental. Los funcionarios ligados al caso, aunque resultaron inocentes en Rusia, no podrán pisar EEUU y, si tienen cuentas allí, se congelarán. Los rusos protestaron denunciando la medida como una "intromisión".
Moscú ya había adelantado que su respuesta sería "asimétrica". Ahora Rusia planea
prohibir a los ciudadanos de EEUU las adopciones de niños rusos. "La misma gente que inaugura cárceles secretas y legaliza la tortura en la investigación viene a indicarnos nuestros defectos", criticó anteriormente el presidente ruso, Vladimir Putin.
Pero al mismo tiempo Putin ha precisado que el
proyecto de ley 'Dima Yákovlev' no es la iniciativa del Kremlin, sino del Parlamento. Según él, la respuesta de Moscú a la 'ley Magnitski' debe ser "adecuada, no desmesurada". Otros miembros del Gobierno también han acogido con frialdad la idea.
La
Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) ha aprobado el borrador del proyecto de dicha ley, bautizada en homenaje al niño ruso Dima Yákovlev, de dos años, que murió en EEUU después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en un coche.
En la práctica supone
cancelar los procesos de adopción, que actualmente ya se encuentran atascados por desacuerdos legales entre ambos países.
Buena parte de la oposición ha criticado la medida, pues los menores van a ser los principales perjudicados por esta venganza de Moscú. En las últimas dos décadas han llegado a territorio estadounidense 60.000 niños rusos en adopción.
